Características
diagnósticas
Es la presencia de obsesiones o compulsiones de
carácter recurrente (Criterio A) lo suficientemente graves como para provocar pérdidas
de tiempo significativas (p. ej., el individuo dedica a estas actividades más
de 1 hora al día) o un acusado deterioro de la actividad general o un malestar
clínicamente significativo (Criterio C).
En algún momento del curso del trastorno el
individuo reconoce que estas obsesiones o compulsiones son exageradas o
irracionales (Criterio B). Si hay cualquier otro trastorno del Eje I, el
contenido de las obsesiones o compulsiones no se limita a él (Criterio D).
Las obsesiones se definen como ideas, pensamientos,
impulsos o imágenes de carácter persistente que el individuo considera intrusas
e inapropiadas y que provocan una ansiedad o malestar significativos.
Las obsesiones más frecuentes son ideas recurrentes
que versan sobre temas como la contaminación, El individuo que tiene obsesiones
intenta con frecuencia ignorar o suprimir estos pensamientos o impulsos o bien
neutralizarlos mediante otras ideas o actividades.
Síntomas
y trastornos asociados
Con frecuencia existe evitación de situaciones que
se relacionan con el contenido de las obsesiones, como son la suciedad o la
posibilidad de contraer enfermedades. Por ejemplo, un individuo obsesionado por
la suciedad puede evitar las salas de espera públicas o estrechar las manos de
las personas extrañas. Las preocupaciones hipocondríacas son frecuentes,
traduciéndose en visitas repetidas al médico para que éste descarte cualquier
enfermedad.
Puede asociarse a trastorno depresivo mayor, otros
trastornos de ansiedad (fobia específica, fobia social, trastorno de angustia),
trastornos alimentarios y trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad.
Existe una alta incidencia de trastorno obsesivo-compulsivo en el síndrome de
la Tourette, con unas cifras que oscilan entre el 35 y el 50 %.
Estudios
de laboratorio
No se han identificado hallazgos de laboratorio que
permitan diagnosticar con seguridad un trastorno obsesivo-compulsivo.
Se han observado alteraciones analíticas en grupos
de individuos con trastorno obsesivo-compulsivo en comparación con grupos de
control. A veces también se observa un aumento de la actividad vegetativa
cuando el individuo se enfrenta, bajo control analítico, a situaciones que
pueden desencadenar una obsesión. Esta reactividad fisiológica disminuye una
vez puestos en práctica los actos compulsivos.
Cultura
Los comportamientos rituales acordes con el marco
cultural no constituyen por sí mismos un trastorno obsesivo-compulsivo, a no
ser que excedan estas normas culturales, tengan lugar en momentos o lugares
considerados inapropiados por el resto de la comunidad e interfieran
marcadamente en las relaciones sociales del individuo.
Los trastornos obsesivo-compulsivos en los niños
suelen presentarse de forma similar a los de los adultos. Los rituales de
lavado, comprobación y puesta en orden de objetos son particularmente frecuentes
en los niños. También se han visto casos de empobrecimiento gradual del
rendimiento escolar secundario a una afectación de la capacidad para
concentrarse.
Según el DSM-V
El TOC se diagnostica en todo el mundo. Hay una gran
similitud en la distribución por sexos, en la edad de inicio y en la
comorbilidad del TOC entre las diferentes culturas. Además, en todo el mundo existe
una estructura similar de síntomas que implican limpieza, simetría,
acumulación, pensamientos tabú o miedo al daño. Sin embargo, existen
variaciones regionales en la expresión de los síntomas, y los factores
culturales pueden configurar el contenido de las obsesiones y compulsiones.
Prevalencia
Aunque antes se creía que el trastorno
obsesivo-compulsivo era relativamente raro en la población general, estudios
recientes han estimado una prevalencia global del 2,5 % y una prevalencia anual
que se sitúa entre el 1,5 y el 2,1 %.
Curso
La edad modal de inicio es menor en los varones que
en las mujeres: entre los 6 y 15 años para los varones, y entre los 20 y 29
años para las mujeres. La mayor parte de las veces la aparición del trastorno
es de carácter gradual, si bien se han observado casos de inicio agudo.
Alrededor del 15 % muestra un deterioro progresivo
de las relaciones sociales y ocupacionales. Aproximadamente un 5 % sigue un
curso de carácter episódico, con síntomas mínimos o ausentes en los períodos
intercríticos.
Diagnóstico
diferencial
Sebe diferenciarse del trastorno de ansiedad debido
a enfermedad médica. Debe diagnosticarse esta última cuando las obsesiones o
compulsiones se consideran una consecuencia fisiológica directa de la
enfermedad subyacente.
El trastorno de ansiedad relacionado con sustancias
se diferencia del trastorno obsesivo-compulsivo porque las obsesiones o
compulsiones se consideran etiológicamente relacionadas con esta sustancia (p.
ej., drogas, fármacos o tóxicos).
Los pensamientos, impulsos, imágenes o
comportamientos recurrentes o intrusos pueden aparecer en el contexto de muchos
otros trastornos mentales. diagnóstico adicional de trastorno
obsesivo-compulsivo puede seguir estando indicado si el contenido de las
obsesiones o compulsiones no mantiene relación alguna con el trastorno mental
concomitan.
El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza
por preocupaciones excesivas, que se diferencian de las obsesiones por el hecho
de que el individuo las experimenta como
una inquietud excesiva referente a circunstancias de la vida real. Por ejemplo,
una inquietud excesiva por la posibilidad de perder el empleo es una
preocupación.
Los tics (en el trastorno de tics) y los movimientos
estereotipados (en el trastorno de movimientos estereotipados) deben
diferenciarse de las obsesiones. El tic se define como un movimiento o una
vocalización bruscos, rápidos, recurrentes, no rítmicos y estereotipados.
Comorbilidad
DSM-V
Los individuos con TOC con frecuencia tienen otras
psicopatologías. Muchos adultos con el trastorno tienen un diagnóstico de por
vida de trastorno de ansiedad (un 76 %; p. ej., el trastorno de pánico, la ansiedad
social, el trastorno de ansiedad generalizada, la fobia específica) o un trastorno
depresivo o bipolar (un 63 % para cualquier trastorno depresivo o bipolar,
siendo el más común el trastorno depresivo mayor [41 %])
El inicio del TOC es generalmente más tardío que el
de los trastornos de ansiedad comórbidos (excepto el trastorno de ansiedad por
separación) y el del trastorno de estrés postraumático, pero a menudo precede a
los trastornos de depresión. La comorbilidad con el trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva
también es frecuente en los individuos con TOC (p. ej., del 23 al 32 %).
En las personas con ciertos trastornos, la
prevalencia del TOC es mucho mayor que la esperada en la población general;
cuando se diagnostica uno de estos trastornos, se debería evaluar al individuo también
respecto al TOC. Por ejemplo, en los individuos con esquizofrenia o con
trastorno esquizoafectivo, la prevalencia de TOC es aproximadamente del 12 %.
Las tasas del TOC también son elevadas en el trastorno bipolar, en los
trastornos de la conducta alimentaria, tales como la anorexia nerviosa y la
bulimia nerviosa, y en el trastorno de Tourette.
Criterios
diagnósticos
Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y
persistentes que se experimentan en algún momento del trastorno como intrusos e
inapropiados, y causan ansiedad o malestar significativos los pensamientos,
impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre
problemas de la vida real.
La persona
intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien
intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos
La persona reconoce que estos pensamientos, impulsos
o imágenes obsesivos son el producto de su mente (y no vienen impuestos como en
la inserción del pensamiento).
Película: Toc toc https://www.netflix.com/mx/title/80233962
No hay comentarios.:
Publicar un comentario