Qué es:
El mutismo
selectivo se caracteriza por una incapacidad para hablar en las situaciones
sociales en que hay expectativa de hablar (p. ej., en la escuela), a pesar de
que la persona habla en otras situaciones. La falta de habla tiene
consecuencias significativas en los logros académicos o laborales, o bien
altera la comunicación social normal.
Criterio diagnóstico:
A.
Fracaso constante para hablar en situaciones sociales específicas en las que
existe expectativa por hablar (p. ej., en la escuela) a pesar de hacerlo en
otras situaciones.
B. La alteración interfiere en los logros educativos o
laborales, o en la comunicación social.
C. La duración de la alteración es como
mínimo de un mes (no limitada al primer mes de escuela).
D. El fracaso para
hablar no se puede atribuir a la falta de conocimiento o a la comodidad con el
lenguaje hablado necesario en la situación social.
E. La alteración no se
explica mejor por un trastorno de la comunicación (p. ej., trastorno de fluidez
[tartamudeo] de inicio en la infancia) y no se produce exclusivamente durante
el curso de un trastorno del espectro autista, la esquizofrenia u otro
trastorno psicótico.
Curso:
Habitualmente, el
mutismo selectivo se inicia antes de los 5 años de edad, pero el trastorno
puede no consultarse hasta haberse realizado el ingreso en la escuela, donde
hay un aumento de la interacción social y del desempeño de tareas, tales como
la lectura en voz alta. La persistencia del trastorno es variable. Aunque los
informes clínicos sugieren que muchas personas "superan" el mutismo
selectivo, el curso longitudinal de la enfermedad es desconocido. En algunos
casos, sobre todo en las personas con trastorno de ansiedad social, el mutismo
selectivo podría desaparecer, pero los síntomas del trastorno de ansiedad
social permanecerán.
Prevalencia:
El
mutismo selectivo es una enfermedad relativamente infrecuente y no ha sido
incluido como categoría diagnóstica en los estudios epidemiológicos de
prevalencia de las enfermedades de la infancia. La prevalencia puntual,
utilizando diversas muestras clínicas o escolares, oscila entre el 0,03 y el 1
%, dependiendo del tipo de población (p. ej., la clínica frente a la escolar, y
ésta frente a la general) y las edades de los sujetos de la muestra. La
prevalencia de la enfermedad no parece variar según el género ni la raza o
etnia. El trastorno es más probable que se manifieste en los niños pequeños que
en los adolescentes y los adultos.
Cultura:
Los niños de las
familias que emigran a un país donde se habla un idioma diferente pueden
negarse a hablar el nuevo idioma por falta de conocimiento de la lengua. Si la
comprensión de la nueva lengua es adecuada pero la negativa a hablar persiste,
se podría justificar un diagnóstico de mutismo selectivo.
Diagnóstico diferencial:
Trastornos
de la comunicación. El mutismo selectivo debe distinguirse de los trastornos
del habla que se explican mejor por un trastorno de la comunicación, como el
trastorno del lenguaje, el trastorno fonológico, el trastorno de la fluidez de
inicio en la infancia (tartamudez), o el trastorno de la comunicación social
(pragmático). A diferencia del mutismo selectivo, la alteración del habla en
estas condiciones no se limita a una situación social específica. Trastornos
del neurodesarrollo, esquizofrenia y otros trastornos psicóticos. Las personas
con un trastorno del espectro autista, esquizofrenia u otro trastorno psicótico
o retraso mental grave pueden experimentar problemas en la comunicación social
y ser incapaces de hablar adecuadamente en situaciones sociales. Por el
contrario, el mutismo selectivo sólo debe diagnosticarse en un niño que tenga
una capacidad demostrada para hablar en algunas situaciones sociales (p. ej.,
en casa). Trastorno de ansiedad social (fobia social). La ansiedad y la
evitación en la vida social, propias de la fobia social, se pueden asociar a un
mutismo selectivo. En estos casos deberían establecerse ambos diagnósticos.
Comorbilidad:
Las
condiciones comórbidas más habituales son otros trastornos de ansiedad, más
frecuentemente el trastorno de ansiedad social, seguido por el trastorno de
ansiedad por separación y la fobia específica. Se han observado comportamientos
oposicionistas en los niños con mutismo selectivo, aunque la conducta de
oposición podría limitarse a las situaciones que requieren hablar. También
pueden aparecer trastornos o retrasos de la comunicación en algunos niños con
mutismo selectivo.
Película: Help me to speak: https://www.youtube.com/watch?v=MDWp-C0J2gA&list=PLcb0CIIYLeLfDVBoOTj-ptWoxHuhNZzji
No hay comentarios.:
Publicar un comentario