Qué es
Período concreto durante el cual el estado de ánimo es anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, que debe durar al menos una semana.
Características del episodio
La alteración del estado de ánimo debe ir acompañada por al menos otros tres síntomas de una lista que incluye aumento de la autoestima o grandiosidad, disminución de la necesidad de dormir, lenguaje verborreico, fuga de ideas, distraibilidad, aumento de las actividades intencionadas o agitación psicomotor. La alteración debe ser suficientemente grave como para ocasionar un importante deterioro social o laboral o para precisar hospitalización, o caracterizarse por la presencia de síntomas psicóticos. El episodio no se deberá a los efectos directos de una droga, un medicamento, otros tratamientos somáticos de la depresión o a la exposición a un tóxico, ni a efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica. Es característico que se dé una exageración de la autoestima, que va desde la confianza en uno mismo carente de autocrítica hasta una evidente grandiosidad que puede alcanzar proporciones delirantes. Los sujetos pueden hablar sin parar, algunas veces durante horas y sin importarles los deseos de comunicarse de los demás.
Período concreto durante el cual el estado de ánimo es anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, que debe durar al menos una semana.
Características del episodio
La alteración del estado de ánimo debe ir acompañada por al menos otros tres síntomas de una lista que incluye aumento de la autoestima o grandiosidad, disminución de la necesidad de dormir, lenguaje verborreico, fuga de ideas, distraibilidad, aumento de las actividades intencionadas o agitación psicomotor. La alteración debe ser suficientemente grave como para ocasionar un importante deterioro social o laboral o para precisar hospitalización, o caracterizarse por la presencia de síntomas psicóticos. El episodio no se deberá a los efectos directos de una droga, un medicamento, otros tratamientos somáticos de la depresión o a la exposición a un tóxico, ni a efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica. Es característico que se dé una exageración de la autoestima, que va desde la confianza en uno mismo carente de autocrítica hasta una evidente grandiosidad que puede alcanzar proporciones delirantes. Los sujetos pueden hablar sin parar, algunas veces durante horas y sin importarles los deseos de comunicarse de los demás.
Curso
La edad media de inicio de un primer episodio maníaco se sitúa en los primeros años de la tercera década de la vida. Los episodios maníacos comienzan de forma brusca, con un aumento rápido de los síntomas en pocos días. Frecuentemente, aparecen después de un estrés psicosocial. Los episodios suelen durar de algunas semanas a varios meses. En muchos casos (50-60 %) un episodio depresivo mayor precede o sigue de forma inmediata a un episodio maníaco, sin que haya un período intermedio de eutimia.
Cultura
Los episodios maníacos en adolescentes son más proclives a incluir síntomas psicóticos y pueden asociarse a mal comportamiento escolar, comportamiento antisocial, fracaso escolar o consumo de sustancias. No está claro si estos problemas representan los pródromos prolongados de un trastorno bipolar o si son un trastorno independiente.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico apropiado debe ser trastorno del estado de ánimo debido a enfermedad médica si la alteración del estado de ánimo se considera un efecto fisiológico directo de una enfermedad médica específica, basado en la historia, los hallazgos de laboratorio y la exploración física.
Un trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias se diferencia de un episodio maníaco por el hecho de que una sustancia considera etiológicamente relacionada con la alteración del estado de ánimo.
Los episodios maníacos deben ser distinguidos de los episodios hipomaníacos, pues si bien, tienen unos síntomas característicos idénticos, la alteración en el episodio hipomaníaco no es tan grave como para provocar un deterioro social o laboral importante, ni para requerir hospitalización. Algunos episodios hipomaníacos evolucionan hasta episodios maníacos completos.
Los episodios depresivos mayores con estado de ánimo con predominio del humor irritable resultan difíciles de distinguir de los episodios maníacos con estado de ánimo irritable o con los episodios mixtos. Esta decisión requiere una evaluación clínica cuidadosa de la presencia de los síntomas maníacos.
Un trastorno por déficit de atención con hiperactividad y un episodio maníaco se distingue por su inicio típicamente temprano, su curso crónico en lugar de episódico, la falta de un inicio y final relativamente claros y la ausencia del estado de ánimo expansivo o elevado o de síntomas psicóticos.
Síntomas y trastornos asociados
Es frecuente que los sujetos con un episodio maníaco no reconozcan que están enfermos y que se resistan a los intentos de tratamiento. El episodio maníaco puede acompañarse de juego patológico y comportamientos antisociales. El sujeto puede estar hostil y amenazar físicamente a los demás. Algunos sujetos, en especial los que tienen síntomas psicóticos, se vuelven físicamente agresivos o suicidas. Algunos sujetos refieren tener los sentidos del olfato, el oído o la visión más finos. El episodio se considera mixto si los criterios para un episodio depresivo mayor y para un episodio maníaco se cumplen cada día durante al menos 1 semana. A medida que se desarrolla el episodio maníaco, suele haber un aumento sustancial del consumo de alcohol o estimulantes, que pueden exacerbar o prolongar el episodio.
Estudios de laboratorio
Los hallazgos de laboratorio en los episodios maníacos incluyen anormalidades polisomnográficas, aumento de la secreción de cortisol y ausencia de la respuesta de no supresión con dexametasona. Puede haber anormalidades que afecten los sistemas neurotransmisores de noradrenalina, serotonina, acetilcolina, dopamina o ácido gammaaminobutírico, según se ha demostrado en estudios de los metabolitos de los neurotransmisores, actividad de los receptores, provocación farmacológica y función neuroendocrina.
La edad media de inicio de un primer episodio maníaco se sitúa en los primeros años de la tercera década de la vida. Los episodios maníacos comienzan de forma brusca, con un aumento rápido de los síntomas en pocos días. Frecuentemente, aparecen después de un estrés psicosocial. Los episodios suelen durar de algunas semanas a varios meses. En muchos casos (50-60 %) un episodio depresivo mayor precede o sigue de forma inmediata a un episodio maníaco, sin que haya un período intermedio de eutimia.
Cultura
Los episodios maníacos en adolescentes son más proclives a incluir síntomas psicóticos y pueden asociarse a mal comportamiento escolar, comportamiento antisocial, fracaso escolar o consumo de sustancias. No está claro si estos problemas representan los pródromos prolongados de un trastorno bipolar o si son un trastorno independiente.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico apropiado debe ser trastorno del estado de ánimo debido a enfermedad médica si la alteración del estado de ánimo se considera un efecto fisiológico directo de una enfermedad médica específica, basado en la historia, los hallazgos de laboratorio y la exploración física.
Un trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias se diferencia de un episodio maníaco por el hecho de que una sustancia considera etiológicamente relacionada con la alteración del estado de ánimo.
Los episodios maníacos deben ser distinguidos de los episodios hipomaníacos, pues si bien, tienen unos síntomas característicos idénticos, la alteración en el episodio hipomaníaco no es tan grave como para provocar un deterioro social o laboral importante, ni para requerir hospitalización. Algunos episodios hipomaníacos evolucionan hasta episodios maníacos completos.
Los episodios depresivos mayores con estado de ánimo con predominio del humor irritable resultan difíciles de distinguir de los episodios maníacos con estado de ánimo irritable o con los episodios mixtos. Esta decisión requiere una evaluación clínica cuidadosa de la presencia de los síntomas maníacos.
Un trastorno por déficit de atención con hiperactividad y un episodio maníaco se distingue por su inicio típicamente temprano, su curso crónico en lugar de episódico, la falta de un inicio y final relativamente claros y la ausencia del estado de ánimo expansivo o elevado o de síntomas psicóticos.
Síntomas y trastornos asociados
Es frecuente que los sujetos con un episodio maníaco no reconozcan que están enfermos y que se resistan a los intentos de tratamiento. El episodio maníaco puede acompañarse de juego patológico y comportamientos antisociales. El sujeto puede estar hostil y amenazar físicamente a los demás. Algunos sujetos, en especial los que tienen síntomas psicóticos, se vuelven físicamente agresivos o suicidas. Algunos sujetos refieren tener los sentidos del olfato, el oído o la visión más finos. El episodio se considera mixto si los criterios para un episodio depresivo mayor y para un episodio maníaco se cumplen cada día durante al menos 1 semana. A medida que se desarrolla el episodio maníaco, suele haber un aumento sustancial del consumo de alcohol o estimulantes, que pueden exacerbar o prolongar el episodio.
Estudios de laboratorio
Los hallazgos de laboratorio en los episodios maníacos incluyen anormalidades polisomnográficas, aumento de la secreción de cortisol y ausencia de la respuesta de no supresión con dexametasona. Puede haber anormalidades que afecten los sistemas neurotransmisores de noradrenalina, serotonina, acetilcolina, dopamina o ácido gammaaminobutírico, según se ha demostrado en estudios de los metabolitos de los neurotransmisores, actividad de los receptores, provocación farmacológica y función neuroendocrina.
Nota: La descripción de los episodios solo se encuentra en el DSM IV
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